La introducción de un Impuesto sobre las Transacciones Fiscales, conocida en medios especializados como la Tasa Tobin, constituye uno de los puntos álgidos del debate fiscal internacional. Estos días asistimos a una acalorada discusión dentro de la UE entre partidarios de su aplicación individual liderados por el Presidente francés Sarkozy, los que abogan por una iniciativa consensuada liderados por Merkel y la postura contraria de un James Cameron enrocado en la defensa de los intereses de la City londinense. Lejos de constituir un debate europeo su discusión también genera tensiones tanto en las Naciones Unidas como en el G20, donde debe tratarse por afectar a operaciones que se desarrollan a nivel mundial.
En este contexto la Comisión Europea ha lanzado una directiva en este campo que pretende armonizar las actualmente descoordinadas políticas estatales que debilitan el mercado común europeo. Este iniciativa pretende que el sector financiero devuelva el apoyo recibido por parte de la sociedad europea para hacer frente a las crisis. La directiva tiene como objetivo principal las transacciones realizadas por instituciones financieras.
Texto original y video (ING)