La reforma fiscal del Gobierno de Baleares pretende recuperar el impuesto de patrimonio y crear cuatro tributos medioambientales sobre el consumo de envases no retornables, el agua, las grandes superficies y los vehículos de alquiler que reportarían 135 millones de euros el año que viene con esta reforma impositiva.
La tasa verde por el uso de vehículos de alquiler sin conductor (rent a car) recaerá sobre las empresas y variará en función de los modelos: los vehículos eléctricos estarán exentos y los híbridos tendrán bonificaciones. Baleares prevé recaudar 15 millones de euros a cuenta de los alquiladores.
Los precios podrían dispararse y disuadir a los turistas, según las empresas dedicadas al alquiler de vehículos y su patronal Feneval. La patronal considera esta acción “una medida que ataca a uno de los pocos sectores, el turístico, que ha venido manteniéndose a pasar de la crisis”. Además, señala, “esta medida se produce en una zona, como son las Islas Baleares, enormemente sensible a cualquier incremento de precios”.
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