Las Haciendas Forales de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba, recaudaron el ejercicio pasado 257 millones de euros menos de lo previsto. Este desajuste ronda el 2%, y se ha convertido en un problema para las administraciones vascas. Los ayuntamientos, las diputaciones y el Gobierno Vasco están ejecutando unas cuentas que han sido elaboradas con unos objetivos de recaudación que parecen difíciles de alcanzar.
El abaratamiento del petróleo fue una de las causas por las que la recaudación de las Haciendas Forales se ralentizó a finales del año pasado. La recaudación del IVA ha disminuido debido a que las empresas energéticas se han visto afectadas por los bajos precios del crudo.
El Territorio Histórico de Bizkaia cuenta con ocho compañías energéticas entre sus diez primeros contribuyentes, por lo que este problema afecta sobre todo a Bizkaia. Sin embargo, Gipuzkoa y Araba también se ven afectadas, debido a los ajustes internos del IVA. Ambas Haciendas recibieron en 2015 menos dinero de la Hacienda Foral de Bizkaia, por lo que el IVA de gestión propia no cubrió las expectativas pese al aumento del consumo.
Las administraciones vascas deberán esperar al segundo trimestre de 2016 y analizar la evolución de los ingresos fiscales, antes de proceder a decidir cualquier ajuste de gasto. Hay impuestos que se devengan en ciclos trimestrales y no habrá una referencia clara hasta marzo del presente año.
La reunión del Consejo Vasco de Finanzas Públicas servirá para cerrar definitivamente la recaudación del pasado ejercicio. La recaudación provisional asciende a 12.611,7 millones de euros. Esta cifra supone casi 292 millones de euros más recaudados que en 2014, un 2,4%.
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