Andalucía, Cataluña y Murcia lideran el ránking de autonomías con más tributos propios. Andalucía lidera el ránking al aplicar en su territorio ocho impuestos propios diferentes. Entre los tributos que aplica a las empresas destaca el que grava a las bolsas de plástico de un solo uso o el que afecta a los depósitos de las entidades de crédito.
Cataluña y Murcia se sitúan en el segundo lugar, con siete tributos propios. Detrás va Asturias, con seis. Junto a estas Canarias prepara una Ley de Medidas Administrativas y Fiscales en la que ha introducido tres nuevos impuestos propios que gravan el daño medioambiental de las instalaciones eléctricas, a las grandes y a los depósitos de las entidades de crédito.
Los tributos propios son instrumentos que las Comunidades Autónomas utilizan para aumentar sus ingresos. Estos impuestos son independientes de los tributos cedidos por el Estado y tratan
de obtener recursos de determinadas actividades productivas. Es el caso del canon eólico, o el que grava el supuesto daño medioambiental que producen los embalses o las instalaciones de transporte de energía eléctrica. Igual característica tienen los impuestos que gravan a las grandes superficies.
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