La gestión de la pandemia de Covid-19 ha supuesto una prueba de estrés para la mayoría de sistemas políticos del mundo. En España, la política centralizadora aplicada por el Gobierno de España al amparo del estado de alarma ha evidenciado los límites del estado autonómico, propiciando una creciente tensión entre el Gobierno de España y las Comunidades Autonómas. El régimen de autogobierno foral también se ha visto afectado por esta política de centralización del poder por parte del Gobierno central. Aunque esta tendencia centralizadora se ha repetido en otros estados descentralizados o federales, también ha habido países que han optado por respetar el marco de gobernanza multinivel con el fin de optimizar la respuesta de las administraciones públicas. Alemania se ha convertido en un referente en este sentido, como ejemplo de cooperación y coordinación entre los distintos niveles de gobierno a la hora de adoptar y ejecutar las políticas públicas contra la pandemia. Véase como ejemplo la reciente alusión del Lehendakari Iñigo Urkullu «al modelo de codecisión de Alemania, que comparte los criterios generales respetando los marcos competenciales en un Estado compuesto», presentándolo como modelo a seguir en España.
En Alemania no se ha declarado nada similar al estado de alarma y el Gobierno federal no ha decidido ni ejecutado unilateralmente las medidas de contención del virus. Son los Länder los que han mantenido dicha responsabilidad de acuerdo con el diseño y el marco competencial del sistema federal alemán. Dentro de la serie de publicaciones «Federalism and COVID: country perspectives» promovida por el Forum of Federationsd con el objetivo de ofrecer un panorama global sobre la gestión de la pandemia en los países federales o descentralizados, Georg Milbradt explica que bajo la Ley de Protección contra Enfermedades Infecciosas de carácter federal – reformada durante la pandemia-, los Ministros de Sanidad de cada Länder han mantenido amplias competencias ejecutivas para intervenir contra la pandemia y coordinar la actuación entre los centros públicos y privados.
Los principios del sistema federal alemán, fundado en la cooperación entre los miembros de la federación, no sen han visto alterados durante la crisis, manteniendo los mecanismos de gobernanza multinivel en los procesos de toma de decisión y aplicación de las medidas contra la pandemia. El Gobierno recomienda y coordina, mientras que cada Länder decide cómo ejecuta las medidas. Citando al diario The Guardian, el sistema sanitario descentralizado alemán ha funcionado de manera eficiente desde el principio de la pandemia, poniendo en marcha una masiva campaña de test en todo el país a través de la red de laboratorios locales y regionales de carácter tanto público como privado.
La CNN por su parte ha subrayado el grado de cooperación alcanzado entre el Gobierno federal y los Länder en relación con la planificación de la desescalada. Dentro de un marco de coordinación entre los distintos niveles de gobierno, los Länder han mantenido una autonomía para decidir sobre las medidas de distancia social, la apertura de los comercios o el regreso de las clases presenciales. Por ejemplo, en base a la situación de cada territorio, la mayoría de Länders han optado por retomar las clases presenciales la semana del 4 de mayo, mientras que Baviera, uno de los estados más afectados por el virus, ha decidido retrasar la decisión.
Siguiendo la misma senda, los diarios El País y El Confidencial también han realizado un análisis comparativo del funcionamiento del sistema alemán durante la crisis, destacando la importancia de la cooperación y consenso entre el Gobierno federal y los Länder a la hora de tomar decisiones. El Confidencial hace mención al «talante» de Ángela Merkel pero también a la estructura del Estado alemán, señalando que «el sistema parlamentario federal limita, más durante la crisis, el margen de acción unilateral del jefe del Gobierno federal y obliga al canciller al consenso con las regiones y con los socios de coalición».